Me siento triste, confundida, feliz, con y sin esperanza, sola, acompañada, con y sin rumbo…
Pero viva y con eso tengo para saber que soy parte de este mundo, y que en poco o mucho, yo también contribuyo a ensuciarlo, profanarlo, destruirlo, aunque no quiera hacerlo. Pero también lo amo, admiro, respeto, no se que me ha pasado; disfruto este mundo todos los días con todo lo que el mundo mismo implica, sus sabores, olores, las familias, la mía, me encanta el pasto, las flores, la luz, el calor de esta tierra que ya no me molesta si pasa de los 35 grados, mas bien es el sol que nos ama, nos quiere tanto que nos sigue hasta los lugares de baja altitud porque quiere abrazarnos, es su forma de decir: -aquí estoy, aún existo, aguardo todos los días por ti-. Vaya fortaleza la del astro que cuida del mundo sin cesar; y la fortaleza nuestra para cuidar de la vida, no se los demás pero yo hago un merecido reconocimiento al esfuerzo que realizo todos los días, desde que tengo uso de razón, para seguir viviendo en este mundo, no ha sido fácil para mi aparentar que soy terrestre, a pesar de que me encanta esta dimensión; es complicado para mi vivir de acuerdo a las reglas que me imponen , estar lejos de casa , cuando era niña y tenia miedo me escondía en un rincón… hasta sentir que el peligro había pasado, ahora no hay rincón que me oculte y las adversidades son mayores, muchos no lo saben, pero he crecido, he aprendido, estoy feliz porque veo mis logros, me doy cuenta de que no ha sido en vano, me siento bien, me siento tranquila, me gusta vivir.
Cuando uno vive se experimentan cosas de verdad hermosas, nada se compara con la sensación del viento en el rostro, del agua entre las manos y sin embargo es triste tristísimo no poder compartir con nadie lo que siento, porque en las calles, la gente no se da cuenta y paso desapercibida como si no existiera, que mas da si estoy o no nadie se daría cuenta, quien sabe si valdría la pena todo mi esfuerzo por estar aquí, nadie lo iba a saber , nadie sabe lo importante que es para mi estar aquí, así que no sé si ser egoísta y seguir pensando en mi pequeña pero magnifica plenitud que me mantiene en paz con el resto de los seres, o pensar en los demás y entender que no soy prioridad, de manera que debo soportar la cruel indiferencia del mundo hacia mi vida.
