Dolor

lunes, 19 de octubre de 2015

El malestar que siento en el alma no me lo he podido quitar,

No encuentro tableta que pueda tragar, ni jarabe que tomar.


¿Y Si consigo un pedazo de luna?

La de  J. Sabines tal vez me pueda ayudar;

o un  ala de colibrí, del que canta S. Rodríguez  tenga mayor 

efecto.


Porque ni el calor de tus manos,

 ni la caricia del Sol mi alma puede sentir;

Ni una radiografía la puede retratar,  nadie la puede ver,

solo yo la siento doler, morir y morirme. 

18 de enero

miércoles, 25 de enero de 2012


Sólo necesito de ti para ser quien soy,
todo lo que tengo y lo que siento es por ti.
Por ti tengo una nochebuena en pleno jardín,
aún cuando el Sol se destila generoso sobre la tierra.

Para ti guardo mis pensamientos más hermosos:
los azules, frescos y vivos, los únicos;
entre las páginas amarillas de un libro en blanco y negro,
se tornan secos, fríos,
inmóviles, sólo la imagen de lo que
fueron cuando vivos.


Por ti mis rosas son rojas y mi café es negro;
Todo lo transformas, lo trastornas, lo creas y lo reinventas
eres mi puerta a otro mundo, mi camino a la felicidad.

8 de Marzo.

jueves, 24 de marzo de 2011

A través del agua, del ruido y del viento;
a través de la niebla, del frío y del tiempo;
en éste viaje que se me hace interminable a veces, insoportable a veces y absurdo en muchas otras, sigo existiendo, observando, esperando... sigo cansándome, mientras al otro lado del espejo soy juzgada, soy criticada...

Ahí, donde no existe el tiempo, ni la compasión,

sólo presunta justicia,
sólo miedo,
sólo el silencio alucinante, sólo el dolor, mucho dolor,

mucha rabia contenida y estrangulada, carcomiendo cada una de mis células.

10 de Septiembre de 2010

viernes, 17 de septiembre de 2010

Josefina y José no están aquí, tal vez estén en el cielo, porque hace mucho tiempo que no los veo, ni siquiera en mis sueños; a Josefina la ví hace muchos años, cuando yo aún estaba en la universidad y ella aún estaba viva, me dió gusto verla entonces y me entristeció saber que hace unos días su cuerpo y su alma ya sentían mucho dolor.

José, solo me dijo que ya estaba cansado que tenia frío, y por nada quería salir de su cuarto, muy seguro, me dijo que él ya lo había visto todo y ya nada le sorprendía, eso le escuché decir el último día que lo ví y que hablé con él.

José pequeño no se duerme, no quería comer, no dejaba de jugar, no le gustan el desorden, los bichos y la mugre. Me alegra saber que se siente bien, no me lo dice, pero creo que así es, porque sonríe muy seguido, siempre sale corriendo de su cuarto, todo le sorprende, todo le llama la atención; corre por el patio todo el día, son las 10 de la noche y no se ha dormido, yo solo voy a decirle: -hasta mañana-.

11 de junio de 2010.

jueves, 12 de agosto de 2010

Siempre, fielmente acudes a mi llamado, bajas del cielo a pesar de que está nublado, a pesar de la llovizna y de la oscuridad, has tenido el cuidado de buscarme, de no confundirme y yo he dejado que me encuentres, para escuchar la noche: veamos las luciérnagas y sintamos la llovizna generosamente fresca que no golpea, frente a tu presencia se hace frágil; vamos a sentir al cielo en lugar de verlo, vamos a compartir la dicha de las flores vivas y a gozar la gloria de las flores secas, las que caen al suelo para ser inmortales, las que aceptan ésa transición porque les dice que no morirán.

Vamos a disfrutar de ésta fiesta, invisible, oscura, y a solas donde nosotros callamos y hablan el agua, las hojas, las flores, las piedras, cuentan su historia como lo hacen aquellos que han vivido muchos años, los que conocen el mundo, los que saben bien quiénes son y quieren ser escuchados.

Acaricia mi frente, cierra mis ojos y llévame a la perpetuidad de éste instante, en el que reinan felices: el agua, las hojas, las flores, las piedras, la soledad, y yo.
¡Hay bendita paz!

viernes, 21 de mayo de 2010

Hace mucho que no escribo, que no leo, que no salgo, en estos últimos meses, solo me he dedicado a observar, a escuchar , a ver y a recordar, me he llenado de imágenes que me parecen maravillosas, un poco de todo, árboles, flores, gente, autos; de todo, entonces pensé que a mi oscura vida le había faltado sazón, que he dejado de vivir tantas cosas, no me he permitido hacer otras tantas, ¿cómo habría sido mi vida, si hubiera tomado decisiones diferentes?.

Pero me consolé a mi misma; de no haber sido como hasta hoy, seguramente no hubiera podido disfrutar de todo lo que tengo, lo que conozco, lo que he vivido me ha llevado por rutas que nunca me había imaginado, en éstos meses me di cuenta de que he sido muy feliz y afortunada, tantas imágenes, tantas personas, tantos sentimientos, tantos sabores y colores, que de repente, un día, estallaron todas esas sensaciones juntas y se quedaron conmigo, de manera, que no cambiaría por nada como soy y lo que he hecho, me quiero, y quiero a la gente, cuando siento que es sincera con el mundo y con ella misma.

martes, 8 de diciembre de 2009

No tengo calor, ni frío, estoy bien, tranquila y cómoda, como muchos me quieren ver, varios quisieran estar, y otros, que son la mayoría, no les interesa; lo último no importa mucho, porque aunque estamos bajo el mismo cielo, la mayoría no cabe en mi mundo imaginario, que debo confesar, es pequeño, como mi voz, como mis pies, y como yo, de manera que ésa indiferencia, ayuda a conservar ése mundo y a mantenerlo ordenado y constante como las noches.
Ya es de noche, casi todos están durmiendo, voy a apropiármela, sin que nadie me vea, yo sé que cualquiera que quiera, puede guardarla y robarla, aquí está, acompañando a la dinámica humanidad; tan observadora, discreta y fiel, esperando escuchar confidencias, es incapaz de traicionar, tal vez por amor o temor, paciente cumple con su deber a diario, con compañía o sin ella.
Cada noche es irrecuperable, pasa una, y me recuerda que tengo un día menos, pasa otra y me promete que se acerca un día más; tan rápido, que cuando despierto y ya se ha ido, empiezo a creer lo que dicen de mí: -Eres lenta, lenta casi aletargada-. Me gusto lenta y me prefiero aletargada, entre mis sueños y mi realidad, entre lo vivo y lo no vivo, así quiero que transcurra mi existencia, paralela e inadvertida a la de éste mundo, contemplando el prodigio del día que se convierte en noche y observando cómo los hombres se han inventado un sofisticado sistema de iluminación arificial; no son como ésas plantas de mi mamá que cierran sus flores en la oscuridad tan amable y agradable, capaz de llevarme a mundos insospechados con sólo cerrar mis ojos, es realmente celestial, tanto, como tan molesto es el foco del patio y su imitación del día tan de mala calidad.

 
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