lunes, 28 de septiembre de 2009

He observado desde el piso, el follaje del simple árbol de mango que está en el patio, tan común y cotidiano, pero que gentilmente me saluda con sus carnosas hojas, producto del amor, que en secreto tiene con la nube, que muere por él poco a poco desangrándose fría y transparentemente, yo los he visto y he sentido compasión por la pobre nube, que acepta su destino de muerte, acepta renunciar a su vida para adoptar otra que no es suya, se reparte entre las hojas, y yo al verlas, siento una explosión de colores, una iluminación realmente intensa, brillante, verde amarilla, naranja , la percibo, la disfruto, aunque sea de noche, aunque no esté lloviendo y no exista nube a quien agradecer por lo estrellado del cielo.
No quiero ser egoísta, pero hay algo que no he podido evitar: los momentos de paz más intensos, profundos, los he pasado sólo conmigo. Ésos en que uno siente que le brotan alas, y se puede ver al mundo entero en un segundo, ir a donde sea y regresar a donde esté, en lo que dura un respiro, sintiendo cada molécula de aire chocar contra mí; es una sensación como de paz, mezclada con alegría, libertad, y vitalidad; momentos como cuando me siento tranquila a observar las hojas del árbol de mango.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Y todo por una manzana!

Si al inicio de los tiempos Eva hubiese leído las cláusulas, es decir si hubiera sabido que saciar su curiosidad de manzana hiba traer catastróficas consecuencias (claro está , para nosotras, pobres mujeres), seguramente lo hubiera pensado dos veces; porque las manzanas le gustarán mucho a mi madre, pero no son mi manjar preferido, sin embargo, aquí estoy, con las demás, pagando el delito de una, ¡una sola manzana!.Yo no fuí, yo no la mordí, yo no conozco ni conocí a Eva; deveritas, juro que estoy diciendo la verdad… ¿por qué quieren que comparta su pena?¿por qué les ofende mi presencia ¿Por qué les enfurecen mis logros? ¿Por qué siempre soy la que debe ceder para no amplificar los problemas? ¿Por qué está el peso del mundo en mi espalda?.

Me queda muy claro que hombres y mujeres no somos iguales: ellos no pueden igualar nuestra fortaleza de espíritu, de no ser así, estaríamos extinguidas, el mundo sería de hombres...y no tendrían que haber inventado una Eva, para culparnos y deslindarse de responsabilidades que deben ser compartidas. (culpen a las serpientes que por más lengua viperina no hablan ni tienen manos para escribir).

19 de septiembre de 2009

Si pudiera escribiría los versos más tristes,
pero sería muy osado de mi parte, tratar de hacer semejante cosa;
no creo sinceramente que mi tristeza sea la más triste,
mi corazón no puede contenerla toda, no podría; por bien o por mal, todo es tan efímero; que la simpleza de mi ser no ha podido captar ni un instante en el que tal sentimiento que se encuentre vertido todo en él, hasta en eso Dios me limitó.

 
Microambiente Artificial - by Templates para novo blogger