sábado, 21 de febrero de 2009

Fue algo dolorosillo, pero a la vez, agradezco a la vida el hecho de darme un verdadero motivo para sentirme triste, quería llorar, lo hice, pero no a mis anchas sólo se me escapó una gota rebelde que destruí a discreción, con eso y mis "nervios de acero" tuvieron las demás para no atreverse a salir y recordé entonces a la cruel indiferencia del mundo que menciona Jaime Sabines en uno de sus poemas que no recuerdo ahora cuál es pero que tiene razón.

En ése momento decidí que quería respetar las reglas sociales, y no tratar de detener el mundo, porque aparte no hiba poder hacerlo, de manera que me sobrepuse al ambiente ruidoso, borroso, oscuro, asfixiante e incómodo en el que me encontraba, no quise hacer daño a nadie, así que pensé que sería mejor quedarme callada, no decir nada acerca de todo lo doloroso que para mí era ese momento.

Hace casi 2 días, ah, cómo lo recuerdo, y hasta ahora tengo la sensación de caerme en un abismo cuando cierro los ojos y pienso en lo mismo.

He callado muchas cosas, pero siempre ha sido de forma consciente, cuando no quiero hacer daño, cuando no quiero herir, porque la gente con la que más convivo es gente a la que quiero, no puedo estar con más, y lo que menos deseo es eso, hacerles daño; antes prefiero alejarme porque es ése amor y ése cariño el que me impide ser una carga más en la vida de mis seres amados.

Todos somos libres, nadie le pertenece a nadie, pienso en eso ahora, en lo que quiero, y que al parecer no es para mí, y no puedo hacer mas que eso, aceptar que existen decisiones en mi vida
en las que también debo respetar las necesidades de los demás.

lunes, 16 de febrero de 2009

Nos preocupa todo, la comida, la casa, el trabajo, el dinero, es que somos humanos, (desafortunadamente), nos empeñamos en que todo siga nuestro orden, insistimos en que las calles sean planas, que el clima sea fresco, que las manzanas sean lo suficientemente grandes y rojas, que la naranjas no tengan semillas, que los árboles sean cuadrados, y una de las cosas mas imprudentes: nos cambiamos a nosotros mismos, nuestro color de cabello, de ojos, de piel, existe mucha gente que insiste en imitar el olor de las flores, de las frutas, los mezcla, los almacena en frascos, usamos metales y piedras en las orejas en las manos. La gente normal y casi siempre adulta se preocupa mucho por eso, también piensa en proveer, en enseñar, en cuidar y en aprender, es que afortunadamente somos humanos, algunos.
Tal vez es esa ambigüedad la hace a los humanos interesantes y adorables dignos de admiración toman lo bello y lo hacen bonito, toman lo horrible y lo hacen hermoso, ensucian los mares, y limpian sus recamaras , no me queda muy claro lo que pretenden, no se que buscan , pero adivino a veces lo que me quieren decir , y lo que van hacer…

 
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